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28 de septiembre al 1 de octubre        Unos días en Playa del Carmen

El macaco busca sabrosos piojos en la cabeza de Sara
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Manuel nos dice que las niñas pueden usar también su cama porque él duerme en el suelo y nosotros pesamos que es cortesía, pero cuando me levanto a las cuatro de la madrugada al baño, me lo encuentro con una almohada dormido sobre las baldosas. Al día siguiente igual y al otro también.

Manuel se marcha a ver a un amigo y nos quedamos solos así que me las apaño para preparar algo de cena con lo que traía en nuestra mini neverita, porque, mira tú por donde… ¡¡NO HAY NI UNA SARTEN EN ESTA CASA!! Ponemos mosquiteras (benditas mosquiteras) porque ya en Isla Mujeres nos dimos cuenta de que somos carne fresca para esos detestables insectos que no deberían existirrrrr.

Playa del Carmen ha sufrido también el boom del turismo y la construcción de los últimos años, aunque mantiene el saborcillo de pueblo caribeño. Se ha transformado en algo hippie aburguesado pero el ambiente es magnífico y tiene mucha vidilla. La verdad es que no sé qué pensarán estos mejicanitos de los yanquis rosaditos y demás guiris que nos paseamos con pintas más que poco finas por sus calles.

Las casas normales no están mal, aunque los remates son bastante chapuceros en general. Pero lo mismo te encuentras una casa preciosa con columnas árabes y patio, que otra en el terreno de al lado con los ladrillos de cemento visto y sin rematar. Afortunadamente, no hay construcciones altas, a excepción de los mega resorts de la zona hotelera. El agua del grifo no se puede beber, pero no es caro comprarla, ni la carne tampoco. Hay menos variedad de fruta y las chorraditas americanas son las más caras (cereales, patatas fritas, etc...)

Por la tarde paseamos por la avenida principal que es muy pintoresca, llena de tiendas y restaurantes con mucho estilo mejicano y caribeño y con ambiente tranquilo porque estamos en temporada baja. Cenamos y preguntamos en algunos hotelitos para tener donde dormir cuando volvamos de Cozumel, aunque Manuel insiste en que nos volvamos a quedar con ellos.

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Los tres días siguientes los pasamos en casa de Manuel y Riaz en Playa del Carmen. Nos hemos planteado un horario que funciona bastante bien. Cada día por la mañana nos turnamos para que mientras uno de nosotros hace deberes con las niñas, el otro hace la compra o se patea la ciudad para encontrar un hotel que tenga nada menos que: Piscina, Internet, Cocina, Playa cerca y que no pase de los 60 dólares la noche. ¡¡Misión imposible!! Buscamos un hotelito "todo en uno" porque la idea es pasar aquí tres o cuatro días tranquilos a la vuelta de Cozumel para planificar las siguientes etapas del viaje, trabajar más con las niñas, a la vez que puedan estar entretenidas y disponer todos de tiempo para descansar sin tener que salir todo el rato a comer fuera o caminar hasta la playa.

Para conseguir el mayor rendimiento de las clases, una de las niñas hace ejercicios en el PC mientras la otra se pone con uno de nosotros a avanzar con el temario. Luis se centra más en matemáticas y Amaya en conocimiento del medio e inglés. Para la lecto-escritura cada una está leyendo un libro y haciendo un diario del viaje. La geografía y la historia van un poco en concordancia con el itinerario y los sitios que visitamos. Tenemos una pelota hinchable que es un mapamundi. Sobre él han aprendido dónde están los 5 continentes y según vamos avanzando en el viaje se aprenden los países que los forman, sus capitales, los principales fenómenos naturales y algunos datos que robamos con la vista de los museos y sitios a los que vamos. Toda esta información la repasamos con juegos en los aviones, autobuses y cuando viajamos en el coche. Les encanta jugar a "pasa-palabra", así que aprovechamos el temario para hacer las preguntas del juego. Por ejemplo, allá va una para vosotros, a ver quien la sabe: Con la "F" misionero español que descubrió el Gran Cañón el 1701. ¿La sabéis? Sara y Ainhoa sí. A los que tengan dudas les invitamos, si quieren, a releer el capítulo del Gran Cañón.

Lo del hotel nos hace sudar y vemos muchas cosas pero ninguna acaba de encajar con lo que queremos. Para relajarnos, cada día antes de comer pasamos un par de horas en la playa. Las playas aquí son amplias y limpias. El agua es de color turquesa, hay gaviotas que vienen a comerse las patatas fritas o los sándwiches de los turistas y la arena es blanca, blanca; vamos, como en los folletos de vacaciones. Nos tumbamos a leer, paseamos por la orilla, hacemos castillos en la arena o buceamos con las niñas. Disfrutamos de la vida, vaya. Al atardecer solemos deambular por la 5ª Avenida, la calle peatonal donde se concentra el mayor ambiente de Playa, viendo tiendas, tomándonos un helado o simplemente disfrutando de la musiquilla que sale de aquel bar o del colorido de los guiris yendo de aquí para allá.

A la hora de la comida y de la cena improvisamos sobre la marcha. El primer día comimos en casa y por la noche hicimos una cena extraña porque teníamos filetes y tomates, pero no sartén…. al final me salió un guiso muy rico que acompañamos con un buen riojita. El segundo día, de camino hacia un restaurante mejicano en la playa que nos recomienda Manuel, preguntamos en otros hotelitos y ¡¡BINGO!!, por fin damos con lo que buscábamos, pero no a 60 dólares la noche claro. Tiramos la casa por la ventana y lo reservamos. Así nos quedamos tranquilos para la vuelta y nos fuimos a comer relajados en el chiringo que nos recomendó Manuel. Si venís a Playa del Carmen no os lo podéis perder, se llama "La Tallaresa" y cocinan un pescado fresco de escándalo a un precio muy razonable. Tienen una terracita a la sombra de las palmeras sobre la misma arena de la playa. Ves el mar, el ferry de Cozumel ir y venir y a gente que no se conoce de nada formar equipos para jugar al voleibol en la  playa. ¡¡Caribe, Caribe a tope!!

Así llegamos hasta nuestro último día de la primera fase en Playa del Carmen. Fue un día en el que la lluvia y el sol se alternaron más que nunca. Tan pronto te asabas de calor, como te empapabas bajo un aguacero. Fuimos de nuevo a la playa por la mañana para bucear otro ratito y a la vuelta caían chuzos de punta. Comimos en un restaurante el menú del día y tuvimos que esperar otra hora por la lluvia para volver a casa. Cuando amainó salimos para embarcar en el ferry a Cozumel pero después de una pequeña carrera llegamos tres minutos tarde así que nos tocó  esperar una hora en el muelle hasta el siguiente barco.

Sin embargo aquí el tiempo transcurre de forma diferente. Actualizamos cuentas, leímos en el muelle y enseguida llegó el ferry. Vimos el atardecer desde la cubierta y llegamos a la isla de Cozumel al caer la noche. Nada más atracar, oímos los sones de tambores y flautas que venían de la plaza principal. Frente a la iglesia del pueblo, había un festival de danzas tradicionales. Nos quedamos un rato viendo a las bailarinas con sus coloridos vestidos y a los grupos mayas haciendo sonar sus caracolas y haciendo rituales con el fuego. Todos adornados con máscaras, plumas y cascabeles ceremoniales. Muy bonito, la verdad.

De allí cogimos un taxi que nos llevó hasta la casa de Nitsan, nuestro nuevo anfitrión de Couchsurfing. Nitsan es un gemólogo israelí, como la mayoría de sus compatriotas, que por cierto son muchos, y que viven aquí en Yucatán. Trabaja para Diamonds Internacional, una Compañía de piedras preciosas y joyas que tiene tiendas sin impuestos por toda la isla. Al principio parece un poco tímido pero es muy agradable con nosotros desde el primer momento. Nos enseña su casita que es muy espaciosa y además tiene TELE; Hipnosis inmediata para las niñas. Sólo hay dos habitaciones pero en una de ellas hay una cama gigante en la que cabemos los cuatro.

Nos organizamos un poco y bajamos al salón a conocernos y charlar un rato antes de irnos a la cama. Nitsan nos dio buenas recomendaciones y se ofreció a ayudarnos. La verdad es que ha sido una suerte conocerlo. Mañana sabremos lo que nos depara esta preciosa isla.

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¡¡¡¡ Aaaahhh !!! Un sitio donde ir de tiendas....
... Y también tenemos piscinita....
Sara y Ainhoa perfecionan su técnica con la máscara y el tubo
Pero además estudian de lo lindo, para que luego digan que sólo saben divertirse
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Nuestros amigos de Couchsurfing suelen quedarse así cuando entramos los 4 por la puerta de sus casas
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Haz click en la imagen y amplía el mapa de Playa del Carmen
Y al final hasta se atreven a comer con nosotros

1 de octubre        Llegamos a la isla de Cozumel 

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Sara y Ainhoa especialmente ataviadas tras su llegada a Cozumel
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Luis está consiguiendo integrarse a la perfección con la población local
Un sitio donde pasárselo bien...Animación de día y de noche en Playa del Carmen

2 de octubre        Descubrimos el "No Name Beach"

El pueblo de San Miguel de Cozumel es pequeño, tranquilo y muy carismático. Luis tiene idea de dedicar la mañana a informarse sobre las mejores inmersiones en los clubs de buceo. Cozumel es uno de los mejores lugares para bucear del mundo. La barrera de coral mejicana se extiende desde el sur de Cancún hasta más allá de Tulum y es el segundo mayor arrecife de la Tierra después de la gran barrera australiana.

Nitsan nos lleva a todos a un lugar llamado "NO NAME BEACH", el mejor descubrimiento de la isla. Esta es una de las ventajas de ir con la gente local, te muestran los mejores sitios desde el primer momento. Se trata de un hotel que tiene un club de playa con piscina, palmeras y buena música donde podemos pasar el día y también hay acceso directo al mar para bucear en superficie. El club lo montó un matrimonio turco que trabajó durante años en varios de los cruceros que recorren el Golfo de Méjico. Se dieron cuenta de lo conveniente que era para la tripulación tener un lugar cerca de los muelles donde atracan para pasar unas a horas descansando a gusto, conectarse a Internet, tomar algo y bañarse. Así que casi todos los que están aquí son gente que trabaja en los mega-transatlánticos de los cruceros que hacen escala en la isla. Hay bailarinas, animadores, tripulantes, personal de servicios, etc. Todos tienen portátil. Así que mientras unos descargan el correo, otros toman el sol con un coctelcito al lado y se bañan en la piscina o en el mar, siempre con música caribeña de fondo. El sitio es muy agradable y el ambiente realmente genial. A nosotros nos encantó. ¡¡NO NAME BEACH FOREVER!!

Mientras las niñas y yo nos bañamos, Nitsan se lleva a Luis en su Vespa a preguntar en los clubs de submarinismo. Vuelven con todo contratado, comemos allí y pasamos el resto del día jugando con las niñas en la piscina o buceando en el mar. Una de las veces, las niñas encuentran unas estrellas de mar enormes y Luis las saca del agua un momento para hacerse unas fotos. Están felices. Cada día les gusta más bucear. Luis está pensando seriamente que hagan un bautizo de buceo, pero a mí me parece un poco pronto. Ya veremos. Por la tarde volvemos a casa de Nitsan, cenamos allí y nos vamos a dormir. ¡Un buen comienzo en Cozumel!

Playas maravillosas, buen ambiente, relax, refrecantes mojitos, caipirinhas y tequilas, tumbonas para la siesta, buena temperatura...Aaaahh!!! Qué bueno Cozumel mi guey...
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